lunes, 30 de enero de 2012

Tenemos imágen propia; D'mentito es una realidad




En este sencillo pero emotivo acto diría el presentador jajajaja queremos acercarle la imágen de nuestro grupo, consensuada por todos sus integrantes y elaborada por la mano creadora de Carlos Gamarra (aplausos y gracias por tan bello trabajo), nuestro querido "D'mentito" ya es una hermosa realidad y se apronta a estamparse en nuestras remeras de "Corredores D'mente", le damos la bienvenida y juramos defender su imagen con honor y entrega....

Salute D'mentes.

Motivación y deporte.

Motivación y Deporte
Vamos a abordar el tema de la Motivación en el Deporte, sin intentar ahondar en demasía en un tema tan amplio como importante, que dejaremos planteado para retomar con mayor nivel de análisis, en sucesivas publicaciones.
La Psicología de la Motivación intenta dar respuesta al "porqué" de una actividad humana, sea ésta deportiva o de otra índole. ¿Porqué una persona corre 20 horas semanales? ¿por qué un deportista de alto riesgo se dispone a asumirlos?
El tema de la Motivación en el Deporte debe ser recortado del campo más amplio y abarcativo de la Psicología Motivacional general, y esto es lo que dejaremos planteado en esta primera aproximación al tema.


Psicología de la Motivación.

La Psicología de la Motivación, a grandes rasgos, tiene como finalidad la de ofrecer respuestas a la pregunta del "porqué" respecto a la conducta. ¿Por qué una persona juega tenis? ¿Por qué lo hace profesionalmente? ¿Por qué a veces, al iniciarlo, lo abandona? , o yendo un poco mas lejos aún, ¿Porqué algunos sienten que "fracasan al triunfar"? (éste último punto será retomado en el próximo artículo, basándonos en la lectura de Sigmund Freud)

Síntéticamente, podemos decir que la Psicología de la Motivación se interesa por la cuestión del "orígen, la dirección y la persistencia de la conducta".

Hay diferentes teorías de la Motivación, que no desarrollaremos aquí, por no considerarlo necesario, pero el punto en el que las mismas difieren entre sí es en aquellos aspectos de la conducta hacia los que orientan el análisis (rendimiento, agresión, cooperación), y lo mas importante a mi entender: el hecho de que algunas teorías olvidan que a la hora de explicar las motivaciones y rendimientos de un deportista se deben tener en cuenta las diferencias individuales que son el punto de partida ineludible a la hora de explicar y entender no solo el rendimiento, sino todos los factores "puestos en juego" cuando miramos la relación del Hombre y el Deporte.


Diferentes tipos de Motivaciones.

Aunque en el lenguaje cotidiano a menudo se utilizan como sinónimos, los términos "motivos" y "motivación" se deben distinguir.
Podemos simplificar diciendo que
Motivos son "las razones para hacer algo".
Motivación se relaciona con el estado del organismo al que se considera responsable de la realización de una determinada actividad en un punto preciso del tiempo.
Tal estado del organismo es la consecuencia de múltiples factores internos y externos, a la vez que conscientes e inconscientes, aspecto éste último, no siempre tenido en cuenta debidamente por la Psicología de la Motivación, que a menudo centra demasiado el análisis en los aspectos mas observables del Yo, sin analizar aquello que, de manera inconsciente, puede estar influyendo de modo decisivo tanto sea reforzando como debilitando el rendimiento y el estado motivacional del deportista.

Además, debemos tener en cuenta que diferentes motivos suelen mostrarse al mismo tiempo activos y establecer juntos la fuerza de la motivación en un momento determinado, o incluso, a menudo, mostrarse antagónicos (generando en este caso un conflicto al Yo).
El análisis de los motivos de la conducta del deportista, está muy ligado al concepto de "necesidad" o "impulso" (llamado "drive" en la terminología freudiana), que lleva a la acción.
Podemos decir, que sin un impulso que sirva de base, no hay fuerza para el desarrollo de la conducta. Ahora bien, estos impulsos, se traducen en "conciencia de" (o representación de un estado futuro deseado), del cual, la persona deriva la energía para su conducta motivada.
Esta conciencia de que "es posible una satisfacción potencial" surge de estímulos ambientales, de la memoria, o de un estado interno del organismo.
Como vemos, la noción de "multiplicidad de factores" a la que hicimos referencia, se pone claramente de manifiesto en la conducta deportiva.
Resulta claro, que a medida que desarrollamos el tema, van surgiendo mas interrogantes, y esto mismo sucede porque el análisis de las Motivaciones deportivas, es en sí mismo complejo, rico en multiplicidades, ineludiblemente ligado a cada historia individual.

Motivos para la participación en el deporte.

¿Qué motivos radican tras la decisión de una persona de intervenir en un deporte?: la Psicología ha realizado diversas tentativas para clasificar estos motivos que subyacen a la conducta deportiva.
Mi texto de referencia "Psicología del Deporte"(de Bakker, Whiting, van der Brug) los presenta clasificados del siguiente modo:

Motivaciones de la conducta deportiva.

Autores como Alderman, Artus, Bloss, Bielefeld, Van Dellen, Gabler, Hahmann, Manders, Deci, Robertson, Sabath, por citar solo algunos, han llevado a cabo trabajos de campo e investigación, de cuya amplia extensión les presentaré una síntesis, acerca de los "Motivos y razones para la participación en el deporte"

Motivos para la participación en el Deporte.
Debemos tener en cuenta que éstos motivos no siempre son conscientes, esto es: su poder motivacional a menudo no es conocido ni identificable como propio por el sujeto-deportista.

  1. Motivo de Afiliación (necesidad de socializarse), sobre todo presente en la infancia y adolescencia.
  2. Necesidad de Exhibirse: agradar a otros, interesar, asombrar, conmover, sorprender, destacarse.
  3. Necesidad de Éxito y Autonomía (pugnar por la independencia).
  4. Necesidad de Rendimiento: superar los propios límites y competir con terceros.
  5. Placer intrínseco: bienestar psicofísico que el individuo encuentra en la actividad deportiva.
  6. Necesidad de construcción: organizarse y constituirse a partir del reconocimiento,(sobre todo en la infancia), del propio cuerpo y sus movimientos. Debemos recordar lo dicho por Freud, acerca de que "el Yo es ante todo un Yo corporal"
  7. Necesidad de sublimar impulsos agresivos propios de la naturaleza humana, que encuentran en el deporte una vía de expresión socialmente aceptada y valorada.
  8. Necesidad de Dominio: Se refieren a la necesidad de influir en otros o controlarles.
  9. Necesidad de Jugar, aspecto lúdico del deporte: el deporte en tanto medio para relajarse, distraerse, entretenerse.
  10. Según el Sexo de los entrevistados, podemos destacar: en las mujeres una mayor búsqueda de obtener a través del deporte una buena forma física, y en el varón, la preponderancia del deporte en tanto vía para poder entablar amistades, lograr autonomía.


Hasta aquí les he presentado las investigaciones realizadas por los autores citados sin hacer referencia específica a cada uno de ellos por separado, dado que ello hubiera implicado extendernos en demasía.

Lo que resulta importante destacar, a mi criterio, es lo siguiente:

  1. Los motivos expuestos no siempre son conscientes en el sujeto-deportista, y del mismo modo, otros motivos, (no especificados en los trabajos de campo), son fuertemente determinantes sin ser conscientes.

  1. La conducta intrínsecamente motivada (aquélla realizada por el placer mismo de la actividad, sin que medie una gratificación externa evidente) establece una clara diferenciación entre el deporte amateur y el profesional, por lo cual las motivaciones que acabamos de presentar cobrarán diferente importancia según este aspecto.


Para finalizar con el presente artículo, les dejo una breve historia que ilustra la posible debilitación de una motivación, cuando dos causas potenciales se entrecruzan antagónicamente.

"Un anciano vivía solo en una calle en donde los chicos jugaban ruidosamente todas las tardes con su pelota.
Un día el escándalo fue tal que el anciano tuvo una idea: llamó a los chicos a su casa. Les dijo que le gustaba mucho oírlos jugar, pero que estaba quedándose sordo y apenas los oía. Les rogó que acudieran todos los días y jugasen más estruendosamente ante su casa. Si así lo hacían, les daría un cuarto de dólar.
Los chicos se apresuraron a presentarse el día siguiente e hicieron un ruido tremendo. El anciano les pagó y les pidió que volvieran al día siguiente. De nuevo los chicos escandalizaron, y él nuevamente les pagó.
Al otro día, les entregó sólo veinte centavos a cada chico, explicándoles que estaba quedándose sin dinero.
Al día siguiente entregó solo quince centavos a cada uno. El cuarto día les advirtió que tendría que reducir la gratificación a cinco centavos. Los chicos se enojaron y dijeron al anciano que no volverían. No valía la pena el esfuerzo, afirmaron, tan sólo por cinco centavos diarios.

Lic. Silvia Morales

Actitud positiva, aplícala al deporte también.






Esos "Locos" que corren

Queremos compartir con ustedes un texto de Marciano Durán Rivero que nos identifica a todos
ESOS LOCOS QUE CORREN

Yo los conozco.
Los he visto muchas veces.
Son raros.
Algunos salen temprano a la mañana y se empeñan en ganarle al sol.
Otros se insolan al mediodía, se cansan a la tarde o intentan que no los atropelle un camión por la noche.
Están locos.
En verano corren, trotan, transpiran, se deshidratan y finalmente se cansan… sólo para disfrutar del descanso.
En invierno se tapan, se abrigan, se quejan, se enfrían, se resfrían y dejan que la lluvia les moje la cara.
Yo los he visto.
Pasan rápido por la rambla, despacio entre los árboles, serpentean caminos de tierra, trepan cuestas empedradas, trotan en la banquina de una carretera perdida, esquivan olas en la playa, cruzan puentes de madera, pisan hojas secas, suben cerros, saltan charcos, atraviesan parques, se molestan con los autos que no frenan, disparan de un perro y corren, corren y corren.
Escuchan música que acompaña el ritmo de sus piernas, escuchan a los horneros y a las gaviotas, escuchan sus latidos y su propia respiración, miran hacia delante, miran sus pies, huelen el viento que pasó por los eucaliptos, la brisa que salió de los naranjos, respiran el aire que llega de los pinos y entreparan cuando pasan frente a los jazmines.
Yo los he visto.
No están bien de la cabeza.
Usan championes con aire y zapatillas de marca, corren descalzos o gastan calzados.
Traspiran camisetas, calzan gorras y miden una y otra vez su propio tiempo.
Están tratando de ganarle a alguien.
Trotan con el cuerpo flojo, pasan a la del perro blanco, pican después de la columna, buscan una canilla para refrescarse… y siguen.
Se inscriben en todas las carreras… pero no ganan ninguna.
Empiezan a correrla en la noche anterior, sueñan que trotan y a la mañana se levantan como niños en Día de Reyes.
Han preparado la ropa que descansa sobre una silla, como lo hacían en su infancia en víspera de vacaciones.
El día antes de la carrera comen pastas y no toman alcohol, pero se premian con descaro y con asado apenas termina la competencia.
Nunca pude calcularles la edad pero seguramente tienen entre 15 y 85 años.
Son hombres y mujeres.
No están bien.
Se anotan en carreras de ocho o diez kilómetros y antes de empezar saben que no podrán ganar aunque falten todos los demás.
Estrenan ansiedad en cada salida y unos minutos antes de la largada necesitan ir al baño.
Ajustan su cronómetro y tratan de ubicar a los cuatro o cinco a los que hay que ganarles.
Son sus referencias de carrera: “Cinco que corren parecido a mí”.
Ganarle a uno solo de ellos será suficiente para dormir a la noche con una sonrisa.
Disfrutan cuando pasan a otro corredor… pero lo alientan, le dicen que falta poco y le piden que no afloje.
Preguntan por el puesto de hidratación y se enojan porque no aparece.
Están locos, ellos saben que en sus casas tienen el agua que quieran, sin esperar que se la entregue un niño que levanta un vaso cuando pasan.
Se quejan del sol que los mata o de la lluvia que no los deja ver.
Están mal, ellos saben que allí cerca está la sombra de un sauce o el resguardo de un alero.
No las preparan… pero tienen todas las excusas para el momento en que llegan a la meta.
No las preparan…son parte de ellos.
El viento en contra, no corría una gota de aire, el calzado nuevo, el circuito mal medido, los que largan caminando adelante y no te dejan pasar, el cumpleaños que fuimos anoche, la llaga en el pie derecho de la costura de la media nueva, la rodilla que me volvió a traicionar, arranqué demasiado rápido, no dieron agua, al llegar iba a picar pero no quise.
Disfrutan al largar, disfrutan al correr y cuando llegan disfrutan de levantar los brazos porque dicen que lo han conseguido.
¡Qué ganaron una vez más! No se dieron cuenta de que apenas si perdieron con un centenar o un millar de personas… pero insisten con que volvieron a ganar.
Son raros.
Se inventan una meta en cada carrera.
Se ganan a sí mismos, a los que insisten en mirarlos desde la vereda, a los que los miran por televisión y a los que ni siquiera saben que hay locos que corren.
Les tiemblan las manos cuando se pinchan la ropa al colocarse el número, simplemente por que no están bien.
Los he visto pasar.
Les duelen las piernas, se acalambran, les cuesta respirar, tienen puntadas en el costado… pero siguen.
A medida que avanzan en la carrera los músculos sufren más y más, la cara se les desfigura, la transpiración corre por sus caras, las puntadas empiezan a repetirse y dos kilómetros antes de la llegada comienzan a preguntarse que están haciendo allí.
¿Por qué no ser uno de los cuerdos que aplauden desde la vereda?
Están locos.
Yo los conozco bien.
Cuando llegan se abrazan de su mujer o de su esposo que disimulan a puro amor la transpiración en su cara y en su cuerpo.
Los esperan sus hijos y hasta algún nieto o algún abuelo les pega un grito solidario cuando atraviesan la meta.
Llevan un cartel en la frente que apaga y prende que dice “Llegué -Tarea Cumplida”.
Apenas llegan toman agua y se mojan la cabeza, se tiran en el pasto a reponerse pero se paran enseguida porque lo saludan los que llegaron antes.
Se vuelven a tirar y otra vez se paran porque van a saludar a los que llegan después que ellos.
Intentan tirar una pared con las dos manos, suben su pierna desde el tobillo, abrazan a otro loco que llega más transpirado que ellos.
Los he visto muchas veces.
Están mal de la cabeza.
Miran con cariño y sin lástima al que llega diez minutos después, respetan al último y al penúltimo porque dicen que son respetados por el primero y por el segundo.
Disfrutan de los aplausos aunque vengan cerrando la marcha ganándole solamente a la ambulancia o al tipo de la moto.
Se agrupan por equipos y viajan 200 kilómetros para correr 10.
Compran todas las fotos que les sacan y no advierten que son iguales a las de la carrera anterior.
Cuelgan sus medallas en lugares de la casa en que la visita pueda verlas y tengan que preguntar.
Están mal.
-Esta es del mes pasado- dicen tratando de usar su tono más humilde.
-Esta es la primera que gané- dicen omitiendo informar que esa se la entregaban a todos, incluyendo al que llegaba último y al inspector de tránsito.
Dos días después de la carrera ya están tempranito saltando charcos, subiendo cordones, braceando rítmicamente, saludando ciclistas, golpeando las palmas de las manos de los colegas que se cruzan.
Dicen que pocas personas por estos tiempos son capaces de estar solos -consigo mismo- una hora por día.
Dicen que los pescadores, los nadadores y algunos más.
Dicen que la gente no se banca tanto silencio.
Dicen que ellos lo disfrutan.
Dicen que proyectan y hacen balances, que se arrepienten y se congratulan, se cuestionan, preparan sus días mientras corren y conversan sin miedos con ellos mismos.
Dicen que el resto busca excusas para estar siempre acompañado.
Están mal de la cabeza.
Yo los he visto.
Algunos solo caminan… pero un día… cuando nadie los mira, se animan y trotan un poquito.
En unos meses empezarán a transformarse y quedarán tan locos como ellos.
Estiran, se miran, giran, respiran, suspiran y se tiran.
Pican, frenan y vuelven a picar.
Me parece que quieren ganarle a la muerte.
Ellos dicen que quieren ganarle a la vida.
Están completamente locos.


Marciano Durán Rivero

viernes, 27 de enero de 2012

El poder del pensamiento y el alfabeto emocional.


El poder del pensamiento

¿Tienes, como yo, una amiga o amiga que siempre están bien, de buen humor y sonriente y  te preguntas, como yo, cómo diablos hacen? Viéndolos te queda la impresión de que la vida nunca los golpeara o que los problemas los esquivaran. Por supuesto que no es así pero ellos, mis amigos, parecen haber adoptado una actitud muy positiva. Aprovechan bien el día, disfrutan mucho hasta de la menor situación y tienen una capacidad de eliminación de los inconvenientes y las frustraciones que me despierta mucha envidia. Es más, parecen una trituradora de malos momentos.
Un proverbio chino dice: "No puedes evitar que aves de tristeza vuelen sobre tu cabeza; pero sí puedes evitar que aniden en tu pelo". Siempre me pareció una forma clara de mostrar lo que pueden hacer nuestros pensamientos. O mejor dicho, lo que podemos hacer nosotros con ellos.
Todos sabemos que es mejor enfrentar la vida con una sonrisa y con  actitud positiva aunque no sea fácil lograrlo. Las que no somos como mi amiga igual lo intentamos de vez en cuando; a veces nos sale bien, otras no nos sale para nada porque, por alguna razón de la naturaleza humana, pareciera que nos resulta más fácil regodearnos con lo que está mal que disfrutar nuestros buenos momentos. O sea que tenemos cierta tendencia a dejar que las aves de tristeza aniden en nuestro pelo.

Un estudio interesante

El Dr.Juan Hitzig, Profesor de la Universidad Maimónides y reconocido gerontólogo dedicado a estudiar las causas de la longevidad saludable sostiene con humor que: "El cerebro es un ‘músculo' fácil de engañar; si sonríes cree que estás contenta y te hace sentir mejor". Explica que el pensamiento es un evento energético que transcurre en una realidad intangible pero que rápidamente se transforma en emoción (del griego emotion, movimiento), un movimiento de neuroquímica y hormonas que cuando es negativo hace colapsar a nuestro organismo físico en forma de malestar, enfermedades  e incluso de muerte.
Con los años, el Dr. Hitzig ha desarrollado un alfabeto emocional que conviene memorizar. Las conductas con R: resentimiento, rabia, reproche, rencor, rechazo, resistencia, represión, son generadoras de coRtisol, una potente hormona del estrés, cuya presencia prolongada en sangre es letal para las células arteriales ya que aumenta el riesgo de adquirir enfermedades cardio-cerebro-vasculares. Las conductas R generan actitudes D: depresión, desánimo, desesperación, desolación.
En cambio, las conductas con S: serenidad, silencio, sabiduría, sabor, sexo, sueño, sonrisa, sociabilidad, sedación, son motorizadoras de Serotonina, una hormona generadora de tranquilidad que mejora la calidad de vida, aleja la enfermedad y retarda la velocidad del envejecimiento celular. Las conductas S generan actitudes A: ánimo, aprecio, amor, amistad, acercamiento.
Fíjate que así nos enteramos de que lo que siempre se llamó "hacerse mala sangre" no es más que un exceso de cortisol y una falta de serotonina en la sangre.
 

Algunas reflexiones más del Dr. Hitzig:

Presta atención a tus pensamientos pues se harán palabras.
Presta atención a  tus palabras pues se harán actitudes.
Presta atención a tus actitudes porque se harán conductas.
Presta atención a tus conductas porque se harán carácter.
Presta atención a tu carácter porque se hará biología.

Practiquemos 

Muy especialmente ahora, cerca del fin del año, cuando las pilas se sienten agotadas y la primavera parece aplastarnos en la misma proporción con que hace estallar pimpollos en las plantas, viene bien reflexionar en un cambio de actitud. Hace muchos años el poeta Rabindranath Tagore decía: "Si tiene remedio, ¿de qué te quejas? Y si no tiene remedio, ¿de qué te quejas?" Podría servirnos para aprender a dejar las quejas y los pensamientos negativos de lado y buscar en cada situación el aspecto positivo ya que hasta la peor de ellas lo tiene.
De esa forma nos inundaría la serotonina con todas sus eses, la sonrisa se nos grabaría en las mejillas y todo ello nos ayudaría a vivir mucho mejor ese montón de años que la ciencia nos ha agregado. Porque, olvidaba escribirlo, el Dr. Hitzig ha comprobado con sus investigaciones  que quienes envejecen bien son las personas  activas, sociables y sonrientes. No las rezongonas, malhumoradas y avinagradas que nadie quiere tener cerca.
Y como para vivir y envejecer bien hay que comenzar desde la juventud, empecemos hoy  practicando las eses frente al espejo para mejorar nuestro humor y cuidar nuestra salud.
¿Estás de acuerdo con el alfabeto emocional? ¿Qué abunda más en tu vida, R o S?

Quieres empezar ??? animate y verás

¿Empezar a correr? Una rutina para animarse
¿Tenés ganas de entrar al mundo del running, pero no sabés cómo arrancar? 



Nuestro organismo no fue creado para el ejercicio, por eso es tan importante el tiempo de adaptación. Si utilizamos los procesos y tiempos correspondientes podremos lograr que una persona sin entrenamiento pueda correr, estar más saludable y alcanzar un nivel de rendimiento medio con una mayor economía de esfuerzo y eficiencia en la realización de sus tareas cotidianas. Todo esto se ve reflejado en mejoras en el funcionamiento de su organismo como sistema. 
Los primeros cuidados que debemos tener para comenzar con una actividad deportiva son:
* Realizar un control médico que nos permita saber si estamos físicamente aptos para realizarla.
* Tener el control y la planificación de un profesor de educación física. Actuará en base a nuestra performance y objetivos propuestos.
* Tener cuidado con la alimentación e hidratación. Un nutricionista es quien mejor nos guiará en este tema.
* Utilizar un calzado de buena calidad y específico para la práctica que realicemos y que esté basado en nuestra pisada y peso corporal.
* Realizar el entrenamiento en superficies blandas y evaluar con un profesional la necesidad de usar plantillas deportivas para corregir defectos en la pisada.
Inhalar y exhalar
Durante el ejercicio, la respiración se va a manejar de la misma forma que lo hacemos antes de comenzar con la actividad, es decir, naturalmente.
Al principio nos sentiremos agitados y con falta de aire. Esto es un mecanismo de defensa que tiene nuestro organismo frente a lo que nos estamos exponiendo. A medida que nos adaptamos a la actividad, logramos una mayor capacidad aeróbica y la respiración será más eficiente. 

Los primeros pasos
La adaptación del organismo se da entre las 4 y 6 semanas de haber comenzado. Hablamos de una persona sedentaria con peso normal, aunque esto también tendrá que ver con la aptitud física y performance de cada uno.
Siguiendo este ejemplo, la persona tendrá que entrenar, como mínimo, de 2 a 3 veces por semana de manera progresiva. En 2 meses podrá correr una carrera de 3 kilómetros.
Lo recomendable es arrancar con una rutina de un mes. Se puede comenzar el programa un martes y repetirlo jueves y sábado para lograr constancia en la actividad.
Semana 1
20 minutos de caminata + elongación + 3 series de 10 abdominales lentos + 3 series de 10 press hombros (ubicar las manos al lado de las orejas, con los puños cerrados y los codos abiertos, y empujar hacia arriba) + 3 series de 8 sentadillas lentas (parate con los pies al ancho de caderas, bajá hasta que las rodillas queden flexionadas a 90 grados y volvé a la posición inicial) + 15 minutos de caminata rápida + elongación.
Semana 2
20 minutos de caminata + elongación + 3 series de 15 abdominales lentos + 3 series de 12 press hombros + 3 series de 10 sentadillas lentas + 20 minutos de caminata rápida + elongación.
Semana 3
10 minutos de caminata +100 metros de trote y volver caminando, repetir 6 veces + elongación + 3 series de 15 abdominales lentos + 3 series de 12 press hombros + 3 series de 8 sentadillas lentas + 20 minutos de caminata rápida + 100 metros de trote y volver caminando, repetir 4 veces + elongación.
Semana 4
15 minutos de caminata + 100 metros de trote y volver caminando, repetir 6 veces + elongación + 3 series de 20 abdominales lentos + 3 series de 12 press hombros + 3 series de 10 sentadillas lentas + 20 minutos de caminata rápida + 100 metros de trote y volver caminando, repetir 6 veces + elongación.

Correr brinda sensación de libertad, no implica competencia con nadie, sino trabajar para autosuperarse. No se necesita más que nuestro cuerpo para realizarlo. Se puede hacer en cualquier parte, a toda hora, con frío, calor, lluvia o nieve, trepando una montaña o bajando un médano.
Cuando uno logra adaptarse e incorporar la actividad, ésta pasa a ser una necesidad, un estilo de vida. El bienestar que provoca a nivel físico y psíquico es muy agradable.

Muchos éxitos en lo que decidas emprender....

Un Corredor D'mente


martes, 24 de enero de 2012

Decálogo del "Corredor D'mente"

El Corredor D'mente siempre debe estar predispuesto a disfrutar las carreras y ser solidario con su par.

Un Corredor D'mente sabe de esfuerzos y por eso es contemplativo con quien abate el cansancio.

El Corredor D'mente incita a sus pares a darlo todo por una meta y no repara en arengas.

Un Corredor D'mente se siente feliz de poder correr libre y saludable.

El Corredor D'mente no piensa en cuanto queda para llegar a la meta sino en llegar para cumplir la meta.

Un Corredor D'mente se sensibiliza y emociona con las historias de vida que nos regala cada carrera.

El Corredor D'mente no sufre el cansancio, lo disfruta.

Un Corredor D'mente camina sobre el hilo delgado entre la locura y la mesura.

El Corredor D'mente le dedica horas de entrenamiento al cuerpo pero también a la mente.

Un Corredor D'mente lisa y llanamente se siente completamente orgulloso de serlo.





lunes, 23 de enero de 2012

Nuestro primer desafío...100 años La Floresta 7km

Y llegó el primer desafío como "Corredores D'mente" fue en el festejo de los 100 años del balneario La Floresta, un paisaje maravilloso, una tarde hermosa, amigos, un buen mate de por medio y el desafío de 7 km por delante.




 Nos entrenamos y pensamos todos en disfrutar la carrera como siempre más allá del esfuerzo que implicaba la misma; los minutos pasaban y la emoción del reloj en 00:00:00 se hacía esperar; los D'mente se preparaban para afrontar la contienda con la alegría de siempre, bromas de por medio, alguna apuesta que otra y la confraternidad como eje central de una tarde que a esa altura se vestía de fiesta y sol.
La chicharra se hizo sentir y allá fueron los casi 700 corredores en sus más diversas categorías apostando a un sueño que ya se tornaba realidad; primero partieron los atletas en sillas de ruedas y con capacidades diferentes, los más rápidos a los que les llaman "Elite" y no precisamente por la marca de papel higiénico jejejeje sino porque se entrenan pura y exclusivamente para correr todos los días y a toda hora; detrás los locos de siempre y entre ellos mezclados, Bryan, Cristian y Guillermo; Gabriel (con una contractura muscular) en esta oportunidad alentó desde la lateral al influjo de Silvana y esa hermosa ilusión que lleva en su vientre y que comparte con Guillermo desde hace unos meses.
Les gritamos, los arengamos, nos emocionamos de verlos todos detrás de la misma locura y los esperamos a la vuelta con la cámara pronta y la felicidad de verlos arribar a meta con el deber cumplido; el primer D'mente en llegar fue Guille que cumplió como nos tiene acostumbrados a una gran performance y a pasitos nomás, uno de los dos gurrumines del team, Cristian, que a escasos 20 segundos detrás piso la linea divisoria entre la carrera y el final; nuestro otro gurrumín, aspirante a mago, Bryan, se propuso correr en una hora la carrera y no solo estaba convencido que lo lograría, sino que puso unos minutos menos y nos alegró aún más la tarde ya que está recorriendo el camino delicado y a veces toruoso de bajar unos kilitos; porque sabemos que puede y se lo está demostrando primero que nada a él mismo, nosotros vamos tras su empuje y su tesón, esa carrera también la corremos todos....arriba mágico, la meta es tuya, a por ella.












De ese modo, nos apostamos a ver llegar hasta el ultimo de los corredores, aplaudimos, nos emocionamos y creimos una vez más en que el deporte une, emociona, purifica el alma y el cuerpo, mostrandonos a diario y en cada carrera, historias de vida increíbles y que dan ganas de vivir la vida con la más clara plenitud.
La hermosa tarde se tornaba nochecita, en el marco maravilloso de la rambla Florestina y los refljos de una carrera más ya se habían transformado en recuerdos recientes; nos aprestabamos a compartir un sabroso convite, que la familia Suárez nos hizo (agradecemos de pie a esta maravillosa gente que nos hizo sentir en casa) compartimos un tercer tiempo D'mente con música en vivo a cargo de nuestro gurú musical "El mono Flores" que desde su Concordia iluminada, nos deleitó con un popurrit interminable de sus temas más sonados, vaya para él también nuestro apretado saludo y el deseo de verlo nuevamente pronto por esta patria.
Las horas se desgranaron poco a poco, las últimas brasas del día se estrecharon con un domingo con ansias de lluvias, pero no existe tormenta alguna que pueda abatir los gratos momentos que compartimos en la primer jornada que el sueño, nuestro sueño de ser unos "Corredores D'mente" se pudo plasmar en una feliz y compartida realidad.....Gracias a todos los que lo hicieron posible de una u otra forma.


Corredores D'mente

Cuatro D'mentes


Guillermo, Bryan, Cristian y Gabriel, se animaron, soñaron, creyeron, pusieron horas de entrenamiento y mucho amor propio para que "Corredores D'mente" fuera tomando forma, no física sino espiritual, lo físico vendrá con la competencia, sana, deportiva y por sobre todas las cosas divertida.
Apuntamos a eso, divertirnos con el deporte como base, generar, construir y compartir buenos y gratos momentos juntos; si te sentís un Corredor D'mente, unite a nosotros y viví esta parte de la vida con la locura más hermosa, la de correr libremente, sin límites ni fronteras, no te lo pierdas....

A estos cuatro fundadores....Salute !!!!!